QUIEBRA DEL SISTEMA DE PENSIONES ESPAÑOL

 EL RETO DEL SISTEMA DE PENSIONES ESPAÑOL.

España es uno de los países con más envejecimiento demográfico del mundo. Para hacernos una idea de ello, España es uno de los diez países con la media de edad más alta (43,3 años) y además también es uno de los países con menor tasa de fertilidad. En el caso español solo nacen 1,3 niños por cada mujer en estado fértil, muy por debajo por tanto, de la tasa de relevo generacional. Por ejemplo, hoy hay casi 126 personas mayores de 64 años por cada 100 niños menores de 16 años. Esto nos muestra que la pirámide poblacional está cada vez más invertida.

Este proceso se va ha acelerar mucho durante las próximas dos décadas, esto se debe a que durante el periodo de años que se comprende 1958 y 1977, se produjo lo que se conoce como el "baby boom", esto significa que hubo un aumento muy considerable de la natalidad en España. En este periodo de tiempo se estima que nacieron casi catorce millones de niños. Esta generación es conocida como generación del "baby boom", una generación que hoy en día está más cerca de la edad jubilación. De esta forma, se espera que de aquí a mediados de siglo el porcentaje de población mayor de 65 años pase del 19% al 30%. Esto supone que en apenas tres décadas la población mayor de 65 años incrementará en más de seis millones. 

COMO FUNCIONA EL SISTEMA.

Tal y como todos sabéis el sistema de pensiones en España es esencialmente un sistema público de reparto. Lo que viene a significar, que los trabajadores del presente pagan las pensiones de los jubilados actuales, mientras, se espera que los trabajadores del futuro hagan lo mismo por ellos. Pero, si cada vez hay más jubilados y menos población en edad de trabajar, ¿qué se puede hacer?

Es por ello, que cada vez sea mayor el número de voces que alertan sobre el colapso del sistema de pensiones. Al menos tal y como lo conocemos hoy en día. Es decir, los datos están claros y es urgente a la par que necesario poner en marcha profundas reformas que hagan viable dicho sistema.Todo ello nos lleva a que estamos ante un problema cuanto menos inquietante. 

Basándonos en los datos de la seguridad social y del instituto nacional de estadística, en el tercer trimestre del 2020 se consideraba que en España había trabajando una media aproximada de 19 millones de personas, de las cuales, 3,3 millones de personas lo hacían para el sector público.  Por otro lado, el Estado ha de afrontar el pago de 9,7 millones de pensiones y casi tres millones de prestaciones para desempleados. Es decir, mientras que en el sector privado hay algo menos de 16 millones de personas con empleo, las administraciones tienen comprometidos más de 15 millones de pagos entre nóminas, pensiones y prestaciones por desempleo. Todo ello apunta a que la situación podría ir a peor durante los próximos años. Ya que las pensiones en España suponen la principal partida de gasto público, hasta tal punto que su peso en los presupuesto generales del Estado no para de crecer. 

Lo que nos deja como resultado que el Estado, se está convirtiendo ante todo en un pagador de pensiones debido a que cada vez son más las personas mayores de 65 años retiradas de la vida laboral. Y además, los nuevos jubilados tienen derecho a pensiones más elevadas que las personas que fallecen. Esto es lo que explica que desde el año 2000, el gasto total en pensiones se haya incrementado en un 160%. Hoy ya, uno de cada tres euros del gasto público se destina al pago de las pensiones.

Además, no contentos con ello, el sistema de pensiones español es uno de los más generosos de la OCDE. En términos netos, la pensión pública en el momento de la jubilación representa el 83% del último salario. Por comparar, en la mayoría de paises de la OCDE se quedan entre el 58% y el 60%. Es decir, en otras palabras que las pensiones en España son más generosas que en países como por ejemplo: Alemania, Suecia, Dinamarca o Noruega. 

Y es aquí cuando llega el momento en el que los números no cuadran, en 2019 el sistema de pensiones tuvo un déficit de 17.000 millones de euros. Y en el 2020, el déficit que deja es de 45.000 millones de euros, aunque si bien es justo algo de influencia también ha tenido la crisis del coronavirus. Pese a tener una de las cotizaciones sociales más altas de todo el mundo, el trabajador español de hoy ya no es capaz de financiar todas las pensiones. Lo que nos deja con la siguiente cuestión, ¿cómo podemos arreglar este gran problema?

¿QUÉ MEDIDAS SE PUEDEN TOMAR?

Este no es un problema menor, ya que varios organismos internacionales como la OCDE, el FMI o la Comisión europea llevan alertando varios años de la amenaza que se cierne sobre las cuentas públicas españolas. Por ejemplo, para que el sistema se mantuviera sin cambios, es decir, asumiendo el actual déficit y la actual pensión media. España necesitaría que el número de afiliados a la Seguridad Social superara los 29 millones de trabajadores. Para hacernos una idea, esto supondría aumentar la fuerza de trabajo en más de un 50%. Y a todo ello, hemos de sumarle además el marco del envejecimiento poblacional y el aumento de la longevidad en la población. Lo que nos da a pensar que es algo prácticamente imposible.

A todo ello, algunas de las soluciones o medidas propuestas son: impulsar el trabajo por encima de los 65 años; suspender la revalorización automática de las pensiones; exigir más años trabajados para cobrar el 100%, etc. En cualquier caso, lo que está claro es que nos enfrentamos a un futuro en el que casi con total seguridad tendremos que jubilarnos más tarde y las pensiones serán mucho mas bajas en relación a los salarios. Así que, creemos que una muy buena idea sería coger al toro por los cuernos y empezar a preocuparnos de nuestro futuro por nosotros mismos. Es decir, empezar a ahorrar para la jubilación. 

De hecho, los sistemas de pensiones más sólidos del mundo tienen una característica común, todos ellos tienen fuertes pilares de ahorro y capitalización. Es decir, no se basan esencialmente en la fórmula del reparto como por el contrario España si lo hace. Ahora os preguntamos, ¿que medidas creéis vosotros que se deberían implantar? Y, ¿cómo veis vosotros el futuro del sistema de pensiones español?

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